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Gunter Grass considera perigoso George W. Bush

(22/12/02)


Gunter Grass
Editorial de El Universal
Domingo 22 de diciembre de 2002
Primera sección


Gunter Grass, novelista, poeta, ensayista y artista alemán, recibió el Premio Nobel de Literatura en 2001. Fue entrevistado para Nobel Laureates por Subhoranjan Dasgupta de Outlook, el semanario noticioso hindú. A continuación el texto: ¿Qué impresión tiene del presidente George Bush?

Le considero un hombre peligroso, una amenaza para la paz mundial. Me recuerda a uno de esos personajes en las obras históricas de Shakespeare, cuya única ambición quizá es pararse ante su padre, el viejo y desposeído rey, y decir, "mira, he completado tu tarea". Está determinado a llevar la primera Guerra del Golfo hasta su culminación lanzando una nueva. Bush Jr. se inspira en razones privadas y familiares; le mueven compulsiones hereditarias.


Los intereses económicos de la familia Bush también juegan un papel. La familia está profundamente involucrada en el negocio del petróleo. Los intereses políticos y las aspiraciones de negocios, por ello, están finamente entretejidas en su grito de guerra en contra de Irak.


La tercera razón es, por supuesto, el status de Estados Unidos como la única y todopoderosa superpotencia del mundo. La superpotencia quiere controlar y dirigir al resto del mundo, pero sabe muy poco sobre el resto del mundo. Casi no sabe nada. Esta peligrosa combinación de intereses familiares, económicos y políticos en un solo líder le ha convertido en un verdadero peligro.


¿Señala esta visible alianza de intereses políticos y económicos hacia una estrecha relación entre el neoliberalismo (mercado libre) y la llamada lucha en contra del terrorismo?


Ciertamente. Inmediatamente después de aquel terrible ataque del 11 de septiembre, declaré que la fuente de este asalto está embebida en el odio y la furia del llamado tercer mundo en contra del consiguiente primer mundo. A menos y hasta que erradiquemos las causas de este odio profundo y justificado, el terrorismo va a continuar. Allá en los 70, el estadista alemán Willy Brandt llamó nuestra atención repetidamente hacia la horrible desigualdad que cicatriza a la tierra, esta profunda división entre quienes tienen y quienes nada tienen. Predijo que si no podemos establecer un nuevo y justo orden económico mundial, la violencia hará erupción. Esta violencia, en la forma del terrorismo, nos aflige ahora. Hay, por supuesto, varias otras razones culturales, regionales, históricas y más pero la razón principal, una chocante disparidad, no debe subvaluarse.


Sueño con un orden mundial en donde los países desarrollados y en desarrollo puedan compartir la misma mesa y también compartir los recursos del mundo, la tecnología y el capital de la manera más equitativa. Mientras que este sueño siga siéndolo, la paz mundial será imposible de alcanzar.


¿Quién es responsable de este desastre? El Norte y el Occidente. Nosotros en el mundo pudiente hemos fracasado deliberadamente por proteger nuestros intereses limitados a costa de otros. Esta actitud alto centrista, este negocio de enriquecerse uno mismo es, producto de la teoría neoliberal y la práctica que se niegan amida más allá de la nariz. Se entiende que si Bush repite su experimento de Afganistán en otra parte del mundo, está alentando otra nueva ola de terrorismo, y estará auspiciando otra generación de terroristas.


Parece catalogar la presente naturaleza del capitalismo como uno de los grandes culpables.


Por supuesto. Después de la caída del socialismo, el capitalismo queda sin rival. Y en esta situación ha emergido como fuerza avara, sobre todo suicida, que pretende destruirse a sí misma. Piensa que puede salirse con cualquier cosa y con todo. Lo que ahora transpira en la bolsa de valores no es otra cosa que la destrucción del capital y junto con él la destrucción del empleo, y sitios del trabajo. Cuando una firma anuncia que va a despedir a 200 empleados, el valor de sus acciones salta. Esto es una locura. La forma presente de capitalismo ciego ha propiciado su propio enemigo, su propio Frankenstein.


Este sistema podría colapsar algún día. En un estado de vacío grande y depresivo, podríamos tener que experimentan una nueva forma de fascismo, cuyo rostro no podemos imaginar ahora. Podemos ver trazas, sin embargo.


No creo en ninguna utopía sin límites y resplandeciente de esperanza. Por ello no propongo ninguna utopía como antítesis. Lo que puedo decir es que tenemos que intentar en contra del estado de las cosas. La piedra de Sísifo tiene que subirse una y otra y otra vez.


¿Está Grass el escritor inexplicablemente conectado con Grass el artista, o es el artista autónomo e independiente?


The RatA Wide Field Show Your TongueMy Century Muchos en Alemania y Europa quisieran considerarle como la conciencia de la Alemania de posguerra, especialmente luego de la muerte de Heinrich Boll.


© 2002, Nobel Laureates. Distribuido por Tribune Media Services.




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